Vaya una suerte la de los arquitectos renacentistas. Ahora resulta casi imposible saber de todo. Este Andrea consiguió un “sueldo para toda la vida” (como del Nescafé) y se dedicó a pensar y repensar sobre sus encargos. El más importante el de la rehabilitación de nosequé palacio medieval para sede del ¿Ayuntamiento? de Vicenza. Lo que hizo es digno de admiración, sin duda. A ver si soy capaz de transmitirlo:
Como los vanos del palacio original no seguían un orden armónico, buscó y buscó hasta que diseñó un orden clásico que sí lo era, pero con una particularidad que fue la de dividir cada vano en tres partes; de ellas la central era idéntica siempre, y absorbió las diferencias en los laterales. Así es apenas perceptible la disonancia. ¿A que es ingenioso? Tomaremos nota.
Si podéis no os la perdáis, como no deberíais perderos la de Delhi Tejero que está más cerca, en Salamanca, hasta el 10 de enero.
Como los vanos del palacio original no seguían un orden armónico, buscó y buscó hasta que diseñó un orden clásico que sí lo era, pero con una particularidad que fue la de dividir cada vano en tres partes; de ellas la central era idéntica siempre, y absorbió las diferencias en los laterales. Así es apenas perceptible la disonancia. ¿A que es ingenioso? Tomaremos nota.
Si podéis no os la perdáis, como no deberíais perderos la de Delhi Tejero que está más cerca, en Salamanca, hasta el 10 de enero.